Siguiendo con las "cinco heridas que nos impiden ser uno mismo" según Lise Bourbeau, aquí tenemos la descripción de la segunda herida. El abandono, que genera dependencia.
La herida del abandono se siente más al nivel del “hacer y tener” que en el nivel del “ser” (como es el caso de la herida del rechazo).
Situaciones que pueden despertar la herida del abandono son:
- El otro hijo puede sentirse abandonado.
- Si los padres trabajan todo el día y no tienen tiempo para los niños, pueden sentirse abandonados.
- Si tiene que estar en cama en el hospital sin entender qué le ocurre, si es dejado en casa de su tía durante unas cortas vacaciones, etc.
Normalmente la herida del abandono se reaviva con el padre de sexo opuesto.
Normalmente quien sufre de abandono también sufre de rechazo (con el padre del mismo sexo).
Mientras sigamos estando resentidos con alguno de nuestros padres, tendremos dificultades con las personas del mismo sexo que nuestro padre a quien no hemos perdonado.
Quien sufre de abandono siente que no tiene suficiente alimento afectivo.
Cuando se activa tu herida de abandono, te colocas la máscara de dependiente, que te hace ser como el niño pequeño que tiene necesidad de atención y la busca llorando, quejándose ó siendo sumiso ante lo que sucede, porque no cree poder lograrlo por sí mismo. Esta máscara te incita a hacer cosas para evitar que te dejen o para recibir más atención. Puede incluso convencerte para que te enfermes ó seas víctima de algo para obtener el apoyo que buscas.
Quien sufre de abandono alimenta su herida cada vez que abandona un proyecto en el que tenía mucho interés, que se deja caer, que no se ocupa lo suficiente de sí mismo y que no se presta la atención que necesita.
Infunde temor en otros al apegarse excesivamente a ellos, y de esta forma se las ingenia para perderlos y estar de nuevo solo.
Hace sufrir a su cuerpo y se crea enfermedades para recibir atención.
Tu herida de abandono está en vías de sanación cuando te sientes bien contigo mismo si estás solo y cada vez menos buscas llamar la atención. La vida te resulta menos dramática. Cada vez tienes más deseos de emprender proyectos e incluso, si los demás no te apoyan, puedes continuarlos.
Las 5 heridas que impiden ser uno mismo -Lise Bourbeau-
18/8/13
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