En el momento de nuestra concepción, el Dios Creador (como
quieras llamarlo), crea un enlace entre el SER que se encuentra en la ubicación
espacial correspondiente a la concepción, y nosotros, o más bien la célula que
somos en ese momento. Ese enlace sería como un cordón umbilical que nos
mantiene conectados con nuestro Ser, que anda de allá para acá por el Universo.
Conexión perfecta con nuestro SER durante 9 meses.
Pero en el instante que abandonamos el útero materno y
empezamos a interactuar en la Matrix, el servidor, el sistema que se ha
establecido en esta Matrix, nos introduce un programa para intentar
desconectarnos del SER y de la fuente. Ese programa es el ego.
El ego va trabajando y poco a poco nos vamos
desconectando de la “consciencia del SER” y conectándonos a la “consciencia
artificial”.
Morfeo de Gea lo explica muy bien en su página DDLA lo
que hace el programa ego:
“Con esto se logró que la
totalidad de la consciencia estuviera dirigida hacia la materia como su único
punto de atención, y obteniendo de esta manera una “extensa gama de
observación” (ego) exterior que lograba varios objetivos a la vez. Por un lado
la búsqueda del ser se dirigió hacia afuera, evitando así encontrarlo, por otro
lado logró que la unidad de carbono creyera que es lo que vive y tiene, la
personalidad del “yo”, y por último que su atención esté puesta exclusivamente
en la realidad subjetiva, para poder programarla con su manipulación. El
programa “ego” estaba implantado y funcionando al cien por ciento con el
espíritu (cuerpo de enlace) atrapado en la materia sin que este se entere y
sepa cómo y por qué sucedió”
Estar conectados a la “consciencia artificial” provoca que
no sepamos quien somos ni lo que somos, de que creamos que somos el personaje
en vez del actor, la marioneta en vez de quien la maneja. Así seremos siempre
manipulados y además creeremos que nosotros elegimos y decidimos nuestra vida,
porque podemos optar entre los tres posibles escenarios que los que mandan nos permiten
ver. Apoyaremos guerras para protegernos, pagaremos cada vez más impuestos
porque hay que salvar el país, trabajaremos como esclavos porque hay que tener esto
y lo otro y hacer esto y lo otro para así seguir esclavizándonos más.
“Somos inconscientes de todo mientras el mando lo tenga el
programa ego, y aquí aparece el mejor sistema de seguridad jamás diseñado,
porque no podemos destruir al ego.
Si destruyes al ego, destruyes al humano y acabarás en un
psiquiátrico, porque el ego es el enlace social con la materia. El ego no es
bueno ni malo, es un programa que responde a la consciencia artificial y al
servidor” (DDLA)
¿Cómo nos desconectamos de la “consciencia artificial”
para volver a tomar el control de nuestra existencia? Pues conectándonos a la consciencia
del SER. De esa manera el SER toma el mando del ego, que manejado por la “consciencia
del Ser” no se comporta igual que manejado por la “consciencia artificial”. El
ego deja de decir “yo-yo-yo-yo-mi-mío…” para decir “yo-nosotros-nuestro”, deja
de ser sólo alimento para mí, y pasa a alimentar a todos, ”tu éxito es mi éxito”.
Cuando vamos haciéndonos conscientes del SER,
conectándonos a la consciencia del SER, poco a poco el ego y la consciencia
artificial se van desconectando, hasta que esta acaba por desaparecer. Mientras
estemos conectados a la “consciencia artificial” seguiremos dormidos, viviendo
en el sueño y nada de lo que hagamos será verdadero, sólo seremos una marioneta
que se creó una vida según unas indicaciones ya establecidas, que se cree que
es un informático, un sanador, que estudió en la India o en Houston, que tiene
un Audi o un Opel, que piensa y siente de esta manera, que es de esta religión,
que tiene “nosécuanto” en el banco, y además cree tener el control de todo, sin
pensar que de la noche a la mañana puede llegar un tsunami, arrasar con todo y quedarse
sin nada.
Nosotros somos lo que da vida al personaje, no tan solo
el actor, sino el director que ordena al actor que interprete al personaje y
que además crea tooooda la obra que es nuestra vida.
Nosotros somos lo que da vida a este saco de partículas
que somos, que si un día llega ese tsunami y se lleva el Audi, nos deja sin
trabajo, sin dinero, renegando de la religión y sin nada que controlar, seguirá
“siendo”, y el día que la marioneta o el personaje deje de tener vida, nosotros
seguiremos siendo, en otra dimensión, en otro espacio, no sé…pero “siendo”.
Entonces, desconecta de la Matrix, reconoce que hay algo
no humano que mueve tu cuerpo de humano, hazte consciente de ti mismo, para la
lavadora que hay en tu cabeza dando vueltas constantemente a todos los
pensamientos que te han metido ahí, inicia el trabajo de conexión con el SER y
entonces, entonces, es cuando podrás pedirle que tu SER te guíe hacia esa
realidad más favorable en la que tú deseas, mereces y debes vivir.
Trabajos para despertar y conectar con el SER tienes por
todos lados, en esta época que vivimos aún más. No tienes más que elegir el más
apropiado para ti, el que más resuene en tu interior, el que despierte ese pequeño
y diminuto “yo” que aún queda en tu interior mirando hacia adentro, conectado
al SER.
¡Es el momento!
Fuentes: Siempre gracias a la información de Morfeo de Gea (http://detrasdeloaparente.blogspot.com.es/)
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