El masaje como un arte

"...El masaje es una de las artes más sutiles; y no es sólo cuestión de experiencia. Es más una cuestión de amor. Aprende la técnica, después olvídala. Entonces simplemente siente y muévete con tu sentimiento.

Cuando aprendas profundamente ese arte, el noventa por ciento del trabajo lo hace el amor, el diez por ciento la técnica. Simplemente un mero contacto, un contacto amoroso, y algo se relaja en el cuerpo...

El masaje es necesario en el mundo porque el amor ha desaparecido...

...Cuando toques el cuerpo de una persona llénate de plegaria, como si el mismo Dios estuviera allí y tú tan sólo lo estuvieras sirviendo. Fluye con la energía...

     Dar masaje es entrar en relación con la energía del cuerpo de algún otro y sentir lo que falta, sentir dónde el cuerpo está fragmentado y hacer de él un todo... ayudar a que la energía del cuerpo no sea ya fragmentaria, no sea ya contradictoria. Si las energías del cuerpo se van alineando y convirtiendo en una orquesta armónica, entonces has tenido éxito.

     Así que sé muy respetuoso con el cuerpo humano. Es el santuario mismo de Dios, el templo de Dios. Así que con profunda reverencia, en oración, aprende tu arte. Es una de las grandes cosas a aprender".

OSHO, De la medicación a la meditación.

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Hace tiempo ya que leí esto y por aquel entonces me dije: “he alcanzado el éxito”.
Sentía cierta culpabilidad porque mi instinto me estaba llevando a hacer las cosas como me decían mis manos, y no como me dijeron mis maestros. Bueno, al menos no con esa precisión que me enseñaron. Quise olvidarme de la técnica y dejarme llevar. Fue entonces cuando mis manos se llenaron de ese amor del que habla Osho.

El masaje no es sólo para eliminar la tensión, devolver la elasticidad a los músculos o el oxígeno a la sangre. El masaje es el toque mágico y poderoso que te devolverá el equilibrio, que te ayudará a sanar el alma a través de uno de los lenguajes más olvidados: el lenguaje del contacto.

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