EL CONOCIMIENTO TE PROTEGE

Hasta que no somos capaces de diferenciar el "yo" que nos hemos creado, ese yo que piensa y actúa como la sociedad, la familia o los demás esperan de él, del "yo" verdadero, de lo que somos en esencia, de nuestro verdadero ser que se ubica dentro del alma; no seremos capaces de vivir de verdad, todo estará siendo una farsa y hasta es posible que estemos siendo manipulados.

El trabajo es duro porque requiere enfrentarnos a nosotros mismos de una manera valiente. Y cuando encontremos un fallo aparecerá por ahí el "yo creado" que te dirá: sí, pero es porque ..., sí pero... . Cada vez que os justifiquéis con un "pero", pensad que estáis ante algo a solucionar.

Os paso este texto de Jeanne Salzmann que leí y me ha hecho recordar este proceso. Espero que os ayude.

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Intenta por un momento aceptar la idea de que no eres realmente lo que crees ser, que te sobrestimas, de hecho, te mientes a ti mismo. Que te mientes a cada momento, todo el día, toda tu vida. Que esas mentiras te gobiernan al punto que ya no eres capaz de controlarlo. Eres presa de la mentira, mientes en todas partes. Tus relaciones con los otros son una mentira, la educación que estás dando, tus convicciones mienten, tus teorías, tu arte miente, tu vida social, familiar y lo que piensas de ti mismo también son una mentira.

Pero tú nunca te detienes a pensar en lo que haces o lo que dices porque crees en ti mismo. Debes detenerte y mirar hacia adentro. Observar sin prejuicios y aceptar que estás lleno de mentiras.

Si te observas de este modo, intentando comprenderte, sin compadecerte a ti mismo, renunciando a todas tus supuestas “riquezas” a cambio de un momento de realidad, posiblemente veas por sorpresa algo en ti que no habías visto con anterioridad. Podrás ver que eres muy diferente a lo que creías ser. Verás que en realidad, eres dos. Uno que no es, pero que toma el lugar y juega el rol del otro. Y el otro que es, pero que es débil y tan inconsistente, que con sólo ponerlo al frente, desaparece inmediatamente. Éste no puede soportar la mentira. La menor mentira lo mata. Éste no pelea, no resiste, es vencido por adelantado.

Aprende a observarte hasta que seas capaz de diferenciar entre sus dos naturalezas, hasta que hayas visto la mentira y la decepción dentro de ti mismo.

Cuando hayas sido capaz de ver tus dos naturalezas, ese día, dentro de ti habrá nacido la verdad.

De La primera Iniciación por Jeanne de Salzmann.