Carlos Betoret es amigo, cliente, compañero terapeuta, maestro … es un ser humano con un sentir especial, conectado con el mundo y las con las personas de una forma diferente. Lo podéis comprobar en este libro, un bloc de notas de sus pensamientos y sentimientos surgidos a lo largo del tiempo. Años de inconformismo, de extrema sensibilidad, de sensaciones desconocidas, de miedo, de frustración y de absoluta felicidad, quedan plasmados en estas páginas. Muchos os sentiréis comprendidos al leer algunas cosas.
Podéis adquirir el libro por 15€ en algunas librerías de Valencia (preguntadme), o podéis pedírmelo y os lo entregaré en mano en los lugares donde trabajo (Denia, Valencia o Madrid)
Os dejo un regalo:
Las ilusiones cuando se visten de vida.
Las ilusiones,
Cuando se visten de obsesión.
Las obsesiones,
que se visten de vida.
Ciertas mentiras que crean realidad
que te envuelven,
y te dan una ilusión,
una mentira,
que te hacen estar vivo.
Podéis adquirir el libro por 15€ en algunas librerías de Valencia (preguntadme), o podéis pedírmelo y os lo entregaré en mano en los lugares donde trabajo (Denia, Valencia o Madrid)
Os dejo un regalo:
Las ilusiones cuando se visten de vida.
Las ilusiones,
Cuando se visten de obsesión.
Las obsesiones,
que se visten de vida.
Ciertas mentiras que crean realidad
que te envuelven,
y te dan una ilusión,
una mentira,
que te hacen estar vivo.
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Olvídate, olvídame.
Sácame el jugo de los ojos,
saca la luz de mi sombra,
bebe todas mis lágrimas
hasta las que no han salido.
Mátame Dios, mátame
y hazme como Dios manda.
Ponme en tres vidas como mínimo,
no me metas más sensaciones en esta
que no me cabe,
o peor que no comprendo.
Olvídame, olvídate
de los duendes del alma
de las ninfas de color,
no me hagas saborear
sabores tan intensos,
y me dejes ahí
tirado
sin la vida a propósito,
sin la droga no creada,
o mátame en un océano
de lágrimas de felicidad.
Sácame el jugo de los ojos,
saca la luz de mi sombra,
bebe todas mis lágrimas
hasta las que no han salido.
Mátame Dios, mátame
y hazme como Dios manda.
Ponme en tres vidas como mínimo,
no me metas más sensaciones en esta
que no me cabe,
o peor que no comprendo.
Olvídame, olvídate
de los duendes del alma
de las ninfas de color,
no me hagas saborear
sabores tan intensos,
y me dejes ahí
tirado
sin la vida a propósito,
sin la droga no creada,
o mátame en un océano
de lágrimas de felicidad.
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