Cuando se crea la vida consciente en el Universo también
se crea un entramado, una matriz, una membrana por donde la vida se desplaza.
Podríamos imaginar esta matriz como una cuadrícula de 7x7 líneas entrelazadas y
de 7 dimensiones.
Como el Ser es adimensional, debe proyectarse para
moverse por esta realidad y para ello utiliza “avatares” unidades de carbono, humanos. Un total de 49, uno por octava o línea de existencia. Esto es lo que
forma todas nuestras existencias (rencarnaciones) del pasado, presente y
futuro.
Cuando oímos que pasado-presente-futuro ocurren al mismo tiempo, es difícil de creer, ¿no? Es porque todo ocurre simultáneamente en esta misma matriz, donde el tiempo -tal y como nosotros lo percibimos- no existe.
De estas 49 “unidades de carbono” (o humanos), 42 habitan
en la realidad física que conocemos, y 7 en dimensiones superiores o “espirituales”.
Para las que andamos por esta realidad, se crea otro
entramado o matriz de 4x4 líneas entrelazadas en 4 dimensiones. Tres
dimensiones son perceptibles por los sentidos, y una es percibida como tiempo.
Así que ahora tenemos 16 octavas (o existencias) habitadas
por “clones” de la unidad de carbono o humano. O sea, cada uno de esos 49
humanos que son proyecciones de un Ser Original, tiene a su vez 16 clones, o “dobles” como
los llama J.P. Garnier.
Pero sigamos, porque en este Universo fractal (la unidad
contiene al todo) en el que habitamos, nosotros también somos fractales. Como
dice Nassim Haramein, la evidencia más significativa de que vivimos en un
Universo fractal , es que las personas salimos de personas ….
Bueno, entonces cada “clon o doble” del humano, a su vez
está conectado a una cantidad indefinida pero finita de “avatares virtuales” de
él mismo. Serían los dobles de los dobles, y que representan toda la gama de
posibles realidades de la “ecuación de elección”.
Toda esta cadena fractal que hemos visto es “LA
CONSCIENCIA DEL SER”, no el Ser, porque esta trama también se extiende hacia
arriba (octava ascendente), siendo el Ser parte de la trama de la consciencia
del tiempo que forma a su vez la consciencia del Do, o el Uno, o el Creador.
Cuando J.P. Garnier propone preguntar a nuestro doble
que, de todos los futuros posibles, nos dirija hacia la mejor posibilidad, es
porque el doble del humano se conecta con sus propios dobles que representan
las realidades posibles.
Pero esas “realidades posibles” son el resultado de las
decisiones tomadas por la “consciencia artificial” del sujeto, o sea, la
consciencia que ha pasado por el filtro de la Matrix donde se le ha insertado
el programa del ego.
Este programa es el responsable de mantener al humano en estado
de insatisfacción continuo y se retroalimenta a sí mismo. El deseo es
directamente proporcional al ego: más deseo más ego, más ego más deseo. Pero
también es inversamente proporcional a la “consciencia del Ser”, más
consciencia del Ser, menos ego. Así que más que ponernos a luchar contra el ego para tener una vida dirigida por nuestro Ser, lo que debemos hacer es desconectarnos de la "consciencia artificial" y eso lo hacemos conectándonos con la "consciencia del Ser".
Entonces ¿qué?
¿Dispuesto a tomar el control de tu existencia?
¿Dispuesto a conectar con el Ser que eres?
El próximo día explico con detalle lo que es “la
consciencia artificial”.
¡Feliz Día!
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Fuentes: Morfeo de Gea (¡Gracias!) de DDLA (http://detrasdeloaparente.blogspot.com.es/)
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Fuentes: Morfeo de Gea (¡Gracias!) de DDLA (http://detrasdeloaparente.blogspot.com.es/)
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