3/3/14

¿Preocupación por de caída del cabello?

Últimamente me estoy encontrando con casos de gran preocupación por la caída del cabello y he decidido escribir algo al respecto.
Hace tiempo decía a los hombres (los más preocupados) que venían a consultarme: si tu padre perdió su cabello, deja de gastarte el dinero en miles de productos cosméticos, porque como él, tú también lo acabarás perdiendo.

Sí, lo sé, no era muy consolador ese discurso.

Han pasado unos años, y en la actualidad mi pensamiento sobre los problemas físicos o enfermedades es completamente diferente.

¡¡EL CUERPO ES PERFECTO!! Es imposible para mi pensar ahora, que este organismo capaz de formarse el solito dentro del útero materno, con una infinidad de conexiones neuronales, de venas, arterias, músculos, órganos … cada uno perfectamente conexionado con el resto y en su justa medida para poder salir del cuerpo de la madre; imposible para mi pensar –como digo- que ese cuerpo pueda fallar.
Lo que falla es la mente, el cuerpo es tan maravilloso que nos da el aviso de que algo en la mente no está dentro del orden coherente que debería estar.
Hasta la medicina convencional sostiene que gran parte de las enfermedades son psicosomáticas, es decir, que el mal físico es originado por un mal emocional o mental.

Ok, vuelvo al cabello.

¿Qué mal emocional o mental está detrás de la caída el cabello o alopecia?

Lo primero a tener en cuenta es que el cabello se cae cada día, es parte de la renovación y en determinada épocas, se cae más cantidad de manera natural. Fijémonos en la naturaleza y veremos que pasa lo mismo.

Si nos guiamos por lo que nos cuentan técnicas como Bioneuroemoción, o Lise Bourbeau de quien ya publiqué aquí algún texto, nos van a decir que un problema de caída excesiva puede deberse a:

- Conflicto de separación del “clan”, con injusticia y desvalorización vivida de manera intelectual. También puede haber un conflicto por no sentirse reconocido por el padre o un superior.

Por otro lado está el tema con el que me estoy encontrando, que es el “miedo a perder”.
Si eres alguien que está perdiendo el cabello de manera excesiva, mira bien en tu interior y con absoluta honestidad hacia ti mismx, piensa si te preocupas demasiado por el lado material de la vida.
Quizá crees que eres lo que haces, o lo que tienes, y que a través de ello lograrás el reconocimiento de los demás, ya que te importa demasiado su opinión. Pones toda tu energía en conseguir cosas o personas que crees te darán prestigio, valor etc…
O quizá te identificas demasiado con lo que perdiste o con lo que temes perder, y posiblemente que hasta te estés culpando porque crees que tus decisiones le hicieron perder algo a alguien … …


¿Te resuena lo que leíste? ¿te identificas?

Pues el primer paso es convencerte, sentir en lo más profundo de ti, que Eres lo que Eres, NO eres lo que haces. Si un día dejas de hacer la labor que haces, seguirás siendo TU, y podrás desempeñar cualquier otra labor magníficamente.
Lo segundo COHERENCIA. Es imposible enfermar si se vive en coherencia. Lo que sientes, lo que piensas y lo que haces, debe ser lo mismo.
La COHERENCIA es imprescindible, llevo años haciendo yo misma ese trabajo. Pero me estoy dando cuenta que nos encontramos en un momento de la vida, en que las cosas se ponen en coherencia solas, la vida de las personas se está poniendo en coherencia sola. ¡Y eso es duro! Porque se está cayendo el mundo que hemos creado, el mundo absurdo lleno de sacrificio y sufrimiento que conocemos.
¿Qué es lo que viene? No lo sé, aunque lo intuyo, porque nos estamos sincronizando con la lógica de los Universos Originales.
Otro día hablaré de eso.

No voy a decirte que dejes de usar lociones, aceites, o de vitaminarte. Úsalo como complemento si así te parece. Pero sin dejar que buscar la coherencia y el cambio de percepción de la vida y de lo que Eres. La loción, el masaje etc, te va a ayudar a integrar esos cambios mentales. Te va a recordar mientras aplicas esa loción o te das el masaje, que los cambios que estás haciendo en tu interior, se van a ver reflejados en el exterior. O que para mejorar el exterior, tiene que haber un cambio voluntario y honesto en el interior.

¡Buen día!
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