26/5/09

Somos energía

Vivimos inmersos de tal manera en la tecnología, que ya no nos sorprende el fenómeno del funcionamiento de la televisión, el móvil, el gps, los satélites etc. Sabemos que no necesitamos estar frente a una persona para poder contactar con ella, ni cables para que los aparatos funcionen correctamente.

Yendo casi al comienzo de toda esta revolución, tendríamos que hablar de la radio. Heinrich Hertz estudió el fenómeno de los campos electromagnéticos y de ahí derivaron las ondas hertzianas. Nos costaba imaginar que con sólo mover el botón de un aparato, nos llegaran -como volando por el espacio- diferentes voces y músicas que se hacían a muchos kilómetros, dependiendo de cómo giráramos el botón.

Cuando hablamos de ondas hertzianas también tenemos que hacerlo de los campos electromagnéticos, que se producen con los campos eléctricos y los campos magnéticos, que a su vez se producen por la electricidad, y esta por el movimiento de electrones.

Dejemos la energía y la física a un lado, porque los que nos reunimos aquí tenemos inquietudes más …espirituales.

Las personas nos componemos de aparatos (digestivo, locomotor), estos por sistemas (muscular, nervioso), estos por órganos, estos por tejidos, estos por células, estos por moléculas, estas por átomos, estos por electrones, protones y neutrones, y estos por quarks y gluones……… ……. Quise dejar de hablar de física pero, como podemos ver, los seres humanos también somos “eléctricos”, somos energía, generamos energía en nuestro tejido celular.

¿Cuantas veces hemos dicho que estamos faltos de energía, las buenas vibraciones que sentimos con alguna persona, o situación? No podemos ver esa energía o vibración, pero la sentimos, ¿no es cierto? Seguro que alguna vez habéis bromeado diciendo que sois eléctricos al sentir un pequeño calambre al tocar la puerta del coche, o a alguna persona, o se os ha electrizado el pelo, ¿verdad?

¿Y qué decir de la mente? Están saliendo a la luz resultados de experimentos en neurología, mostrando que cuando miramos un objeto, aparece actividad en determinadas partes del cerebro. Pero si cerramos los ojos y tan solo lo imaginamos, el cerebro presenta la misma actividad. ¡!. O sea, que para nuestro cerebro tan real es lo que ve, como lo que imagina o siente.
Y esto lo saben bien expertos en motivación, psicólogos deportivos, profesores de música, e incluso Stevie Wonder o John Lennon; manifestaron que la imaginación tiene la extraordinaria capacidad de dar forma a la realidad: si deseas algo con la suficiente fuerza, se hace realidad.
Sabemos que deportistas y músicos se ayudan de la “imaginería mental” para mejorar su trabajo. Por ejemplo, deportistas utilizan la visualización para ayudarse a mecanizar, automatizar movimientos y reforzar sus aptitudes, consiguiendo así mejorar sus propias marcas. Los músicos, logran un mayor rendimiento y hasta un 30% menos de errores, haciendo ensayos mentales antes de los reales.

Nuestros pensamientos y emociones son ondas energéticas, vibraciones en el espacio vacío. Y no es que lo diga yo, lo hacen expertos en física cuántica. Esas ondas vibran en una determinada frecuencia –como las hertzianas- que atraen y conectan con otras vibraciones a similar frecuencia. ¿Qué quiere decir eso? Que atraemos a nuestras vidas situaciones creadas por nuestras emociones, sentimientos, comportamientos, ideas etc.

¿A dónde quiero ir a parar con todo este discurso?, a mostraros ¡¡que somos los creadores de nuestra realidad!!! Imaginaos como una radio que puede emitir vibraciones como las ondas hertzianas y sintonizar con la frecuencia que queréis escuchar.

Si te sientes mal, triste, enfadado, deprimido, envidioso, negativo,... encuentra un modo de cambiar esa vibración, porque así sólo vas a conectar con cosas negativas.
Busca otros pensamientos que te permitan pensar y sentir en positivo: animado, relajado, alegre, feliz, ¡vivo!. De esta manera estarás atrayendo a tu vida todo tipo de cosas positivas.
Tú te las mereces.

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